Cerca de los proyectos que Actual tiene en esta comuna se levantan palacios, iglesias y edificios de valiosa consideración histórica. Se trata de una interesante ruta para hacer turismo patrimonial.
Texto Gabriela Correa | Fotografías Marco Gatica
Ñuñoa es una de las comunas más requeridas para residir, pues ofrece excelente calidad de vida a sus habitantes. Por lo mismo, Actual posee varios proyectos en la zona. Uno de los privilegios que tiene el municipio creado en 1894 es que aún siguen en pie inmuebles históricos, muchos de los cuales fueron levantados en los inicios del siglo XX, cuando todavía había chacras y quintas.
El Palacio Ossa, actual Casa de la Cultura, es un ejemplo de ello. Junto al Estadio Nacional y al Memorial José Domingo Cañas, es uno de los tres Monumentos Históricos de Ñuñoa. La casona que se ubica no muy lejos del Edificio Actual Alto Dublé, y que fue mandada a construir por el magnate salitrero Gregorio Ossa, por años ocultó un gran tesoro arquitectónico: bajo sus cimientos se escondía una típica casona chilena de mediados del siglo XVIII. Era una vivienda de gruesas paredes de adobe, con tejas y amplios corredores.
A principios del 1900 la mansión fue comprada por José Pedro Alessandri y, más tarde, la descendencia donó la propiedad y terrenos adyacentes al municipio, pero con una condición: que fuese destinada al fomento del arte y la cultura. Además del edificio neoclásico, impresionan sus increíbles jardines con esculturas.
En la misma avenida Irarrázaval se encuentra otra joya, el Palacio García Falabella, donde funciona la Corporación Cultural de Ñuñoa. Construida entre 1925 y 1931, la mansión se caracteriza por su estilo sevillano. Y en la esquina de la misma cuadra, se ubica el Palacio Ortúzar, un castillo inglés que se destaca en medio de la ciudad, con un sorprendente estado de conservación. La construcción del edificio se inició en 1929, solicitada a los arquitectos Rigoberto Correa y Esteban Barbieri, por el abogado y presidente del Consejo de Defensa del Estado de la época don Eugenio Ortúzar Rojas, con la finalidad de servir de residencia para su familia. Este palacio se caracteriza por su arquitectura estilo Tudor, conjugando elementos como arcos, torreones, heráldicas y pilares. Actualmente allí funcionan las dependencias de la Dirección de Historia, Doctrina y Educación de Carabineros de Chile.
Algunas cuadras más al poniente está la Plaza Ñuñoa, punto de encuentro para los vecinos de la comuna, y otro inmueble icónico, el edificio Consistorial. A un costado, en la calle Jorge Washington, se emplaza el Teatro UC, pertenece a la Pontificia Universidad Católica de Chile desde el año 1974. Construido en 1945, el edificio fue diseñado por el arquitecto José Dvorestki, uno de los impulsores del movimiento modernista en país.
Entre cúpulas y minarete
Ñuñoa también tiene “zonas de conservación histórica”, como la población Elías de la Cruz, de la Caja de Ahorro de los EE.PP. Se trata de un barrio-oasis, fundado en 1928. Son solo 85 casas, todas con jardín, una fachada uniforme de ladrillo y dos pisos de altura. El conjunto fue planificado bajo los principios planteados por Ebenezer Howard en relación con la teoría de la Ciudad Jardín.
En tanto en otro sector, a pasos del Edificio Actual Campoamor, se levanta la mezquita As Salam, el primer templo musulmán en Chile. Ñuñoa fue elegida como lugar para emplazar el templo, debido a la gran cantidad de inmigrantes islámicos que residen en la comuna. Su construcción fue iniciada en 1988 e inaugurada en 1995 por los reyes de Malasia. Diseñada por el arquitecto William Tapia Chuaqui, en ella se reza cinco veces en el día y todas las oraciones se hacen mirando hacia La Meca. Su minarete con una luna estilizada en lo más alto y cúpula color cobre se alzan por las residencias que la rodean.
En el mismo barrio se levanta la Iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad y Santísima Virgen de Kazán, cuya construcción se basa en los motivos de la arquitectura rusa de la zona de Pskov de los siglos XII y XVI, de diseño bizantino. La iglesia posee arcos de medio punto en su entrada, en los vanos y en el campanario, el cual está compuesto por pequeñas cúpulas con 8 campanas diferentes, además de varios vitrales sencillos.
En el lado ñuñoíno de la avenida Pedro de Valdivia, cerca de donde Actual construye el Edificio Pedro Valdivia, está el Monasterio de San José (iglesia carmelita), cuya primera piedra se bendijo en 1942. El convento sigue una línea tradicional con la arquitectura neoclásica, sobria, donde la piedra utilizada y estilizada le dan un aire de recogimiento. En el pórtico hay una inscripción en latín y que representa el lema de la Orden del Carmelo.
Un poco más al oriente, en tanto, se levanta el edificio Actual Sucre. Próximo a éstos existe otro inmueble de interés patrimonial, la parroquia Santa Gema de Galgani. El templo llama la atención a los transeúntes, sean devotos o no, pues la iglesia dedicada a la religiosa italiana “Gemita” es otro tesoro arquitectónico de la comuna.