Hoy nos levantamos con ganas de recorrer el Barrio Italia, mítico lugar de las mejores comidas de Ñuñoa. Esta vez decidimos apuntar a restaurantes que son considerados la crème de la crème.
Nuestra primera parada fue en Capperi, en Avenida Italia 1463. Si te gusta la comida italiana, es aquí donde encontrarás il meglio del meglio (Lo mejor de lo mejor). Cuando pasas por fuera del restaurante, lo primero que se te viene a la cabeza es “este lugar es perfecto para venir con la familia” y claro que lo es, ya que el lugar está ambientado con un estilo hogareño y hasta se puede sentir el olor a madera.
Como amerita el tiempo de invierno, preferimos sentarnos dentro del local y disfrutar de la comida sin tener que tener cinco capas de ropa encima. La recomendación de la casa fue la Pizza Carpaccio, una masa cocinada al horno, con rúcula, queso parmesano y salame, todo esto acompañada de una garza de cerveza de Estrella Damm.
Luego de comernos hasta las flores del plato, proseguimos a nuestra siguiente parada: CasaLuz Restaurante, ubicado en Av. Italia 805. CasaLuz es un lugar donde se junta la modernidad con lo vintage, lo colorido y lo sobrio, ya que no tiene un estilo en particular, sino que tienen una mezcla que calza perfecto con la exquisita comida que sirven, ya que el menú tiene un poco de todo.
Esta vez, pedimos el Ceviche del día (salmón) acompañado de una copa de Sauvignon Blanc, no creen que hay un mejor acompañamiento al pescado que el vino, verdad? Cada vez que probábamos un bocado era como volver a comerlo por primera vez, ya que todos sus sabores eran exquisitamente frescos.
En nuestra última parada nos encontramos con una pequeña puerta color verde agua, que ocultaba un tesoro escondido en Ñuñoa.
Silvestre Bistró, en Caupolicán 511, fue una verdadera sorpresa, ya que detrás de esa pequeña puerta, encontramos un hermoso y exclusivo restaurante. Todo decorado, desde las paredes hasta el techo, con miles de detalles como una figura tamaño mediana de Kurt Cobain, hasta unas lámparas de mimbre gigantes. Todo esto fue “casi” opacado con la exquisita comida del menú: Entraña de vacuno con polenta grillada y verduras, acompañado de un jugo de manzana con maqui, extravagante no?
Si somos más detallistas, podremos encontrar miles de historias escondidas en los cientos y cientos de cachivaches que tiene el lugar, pero lo que más nos gustó fue la presentación de la comida, todo decorado con flores y hermosos colores encima de una piedra caliente.
Solo te damos un consejo: si ves la pequeña puerta verde en Caupolicán, no dudes en entrar, ya que saldrás como dice el dicho: con la guata llena y el corazón contento.
Así terminó nuestra travesía por Barrio Italia, en tres lugares donde podemos decir con todo orgullo que es la crème de la crème.